Alaska, 11 de noviembre de 2010,
Creo que tengo el síndrome postblog. Es el síndrome de los que escribimos en un blog y no lo hacemos tan regularmente como quisiéramos. Ahora que estoy liado en algunos asuntos tengo una sensación rara, como si tuviera abandonados a mis lectores. Ya, ya, pse! menuda tontería. Como si mis lectores no pudieran pasar sin mis post. Pero bueno, la sensación no me la quita nadie. El caso es que no es por falta de temas. Al contrario, los temas se me van acumulando. Hace poco colgué en el facebook del CEESC un artículo de El País sobre la privatización de los servicios sociales que ha dado lugar a un interesante debate. Es un tema que se merece un artículo. Como lo es también el tema que proponía hace poco mi amigo Lucce en Educablog, sobre la mierda que, a veces, los profesionales nos llevamos a casa. En fin, ahí están para cuando pueda ocuparme de ellos.
Creo que tengo el síndrome postblog. Es el síndrome de los que escribimos en un blog y no lo hacemos tan regularmente como quisiéramos. Ahora que estoy liado en algunos asuntos tengo una sensación rara, como si tuviera abandonados a mis lectores. Ya, ya, pse! menuda tontería. Como si mis lectores no pudieran pasar sin mis post. Pero bueno, la sensación no me la quita nadie. El caso es que no es por falta de temas. Al contrario, los temas se me van acumulando. Hace poco colgué en el facebook del CEESC un artículo de El País sobre la privatización de los servicios sociales que ha dado lugar a un interesante debate. Es un tema que se merece un artículo. Como lo es también el tema que proponía hace poco mi amigo Lucce en Educablog, sobre la mierda que, a veces, los profesionales nos llevamos a casa. En fin, ahí están para cuando pueda ocuparme de ellos.
Estos días he estado bastante liado con las ultimas representaciones de nuestra obra, en Girona y en Granollers. En una compañía familiar y pequeña como la nuestra todos hacemos de todo. Eso significa atender también a los medios de comunicación, coordinarse con la sala, resolver cuestiones de intendencia, contestar los emails que nos envían los espectadores y los seguidores de la compañía en facebook, pegar carteles (sí, sí, pegar carteles), etc.. No me quejo. Al contrario, como dice mi madre, sarna con gusto no pica, o algo así. Todo este curro tiene sus ventajas, porque, aunque en pequeño formato, participas en todo el entramado de una obra de teatro. Desde que nace una idea en conversaciones en torno a unas cervezas (la musa de Los Sánchez es una Voll Damm) hasta que acaba representándose en la sala de teatro. Todo el proceso es un trabajo en equipo totalmente artesanal: la escritura, los ensayos, el vídeo, las fotografías, las conversaciones con los directores de las salas, el montaje y desmontaje, la escenografía, la promoción. Un trabajo donde todas y cada una de las piezas son importantes.
Este fin de semana, en el Teatre de Ponent, en Granollers, el engranaje se pone de nuevo en marcha. Cuando el lunes acabe todo espero poder dedicarle un poco de tiempo a este viejo blog. Mientras tanto les dejo con algunas fotos, al natural.
4 comentarios:
Pos fijate no es una tonteria, nos echamos los dos de menos, y solo nos conocemos por lo q sentimos a traves de esta ventana...
y tb tras el telon te miramos y sabemos q lo q dices te sale por los poros.
te esperamos compañero de batalla.
estoy con Jonás, nada de tontería, te esperamos en esta ventanita!!! pero aprovecha y vive a tope lo del teatro porque es una oportunidad magnífica y yo que he visto la obra sé que se lo merece de sobras... yes you can!
Hola Quique:
Mira tu si se te echa de menos, que aunque no lo creas , y se que te hara ilusion saberlo, en estas semanas tambien intensas para Educablog y su inminente proyecto, han sido ya dos profesores universitarios (incluida la directora de Educacion Social de uno de los centros) los que te conocen y seguiran al tanto de la profesion. Una profesion, que a veces, perdido el prisma de la realidad, se hace algo academicista.
Ves como por las ventanas, aun sigue entrando aire ?
Un saludo.
Asier
Hola Jonàs, Manuela y Asier. Sois muy amables. Un abrazo.
(Asier, pues sí, me ha hecho ilu. jajaja. Un abrazo.)
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