lunes, 12 de diciembre de 2016

VERDADES, MENTIRAS Y EDUCACIÓN SOCIAL.


Alaska, 12 de diciembre de 2016,

Hablando con mis alumnos de la verdad y la mentira en los medios de comunicación. Hay un sano escepticismo en la mayoría de ellos y una sospecha permanente hacia los grandes medios. Sospecha que comparto. Cómo no lo voy a compartir yo, lector de periódicos, si cada día veo ejemplos de periodismo poco riguroso o directamente falso. Otra cosa es que comparta el corolario al que llegan algunos alumnos y con ellos muchas personas en la actualidad: que la verdad no existe, que la objetividad es imposible, que todo es relativo y que al final se trata solo de una opinión frente a otra. Como tampoco puedo compartir que, dado que los medios oficiales (más que oficiales importantes diría yo) a veces nos mienten, la verdad solo se encuentra en todo lo que huela a alternativo: desde blogs a redes sociales, pasando por medios con pocos medios. Por supuesto que puede haber un periodismo, llamémoslo alternativo o modesto, riguroso y de calidad (aunque sea complicado: la buena información requiere tiempo y dinero), siempre y cuando la exigencia sea la misma para todos: la obligación del periodismo es relatar hechos ciertos, independientemente del punto de vista que se tenga sobre esos hechos. 

Hay hechos que han ocurrido y hechos que no, hay verdades y hay mentiras, hay datos que demuestran una cosa y no la contraria. No todo es relativo ni depende de la opinión de cada uno. Por supuesto que hay que estar muy vigilante con la información de los grandes medios, y denunciar cualquier engaño, pero eso no quiere decir que lo llamado alternativo sea mejor per se. Yo desconfiaría, también, de cualquier iluminado que te dijera que todos los medios están vendidos al poder, que todos nos engañan, pero que él sí, el sí que tiene la información que nadie tiene y posee la verdad oculta que nadie sabe y que te revelará en su blog o en su red social. Te dirá que todos los lectores son unos ingenuos menos él, y menos tú, por supuesto, que le lees, y te soltará la última teoría conspiratoria para que la difundas en tu twitter o tu facebook. Cantos de sirena.

Es indiscutible que Internet permite, como nunca en la historia, el acceso a la información a más personas y de muchísimos medios diferentes, pero también es cierto, sobre todo con la aparición de las redes sociales, que ahora hay más oportunidades que nunca para que cualquiera difunda una mentira. 
Yo creo que un educador social tiene que estar bien informado y ser un profesional atento a los hechos. En cualquier momento de su vida profesional tendrá que lidiar con información falsa o poco rigurosa, con el rumor, con los prejuicios, los suyos y los de los otros. Tendrá que pronunciarse sobre políticas sociales que quizás se basen en creencias o en intereses políticos que no tengan que ver con la verdad. Creo que la mejor manera de enfrentarse a eso es estando bien informado, confiando en periodistas que tengan un compromiso con sus lectores y con la verdad. Una buena manera de ser riguroso es apelar a los hechos y los datos. En definitiva, una actitud científica ante las cosas. 

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Voy a desconfiar tambien de esta información por si acaso ;-)

Anónimo dijo...

Pensar desde una situación dada, desde desde el contexto en el que educar, salir del mismo, oxigenarse, reflexionar, investigar, trabajar, rflexionar, conversar,.,.. así se hacen las educadoras sociales nos decía el mejor profesor que he tenido de educación social. ¡Por qué las facultades de educación no tienen a profes inteligentes, ilustrados, pero también que conocen bien el medio del que tanto hablamos? Ahora sigo estudiando un Master y trabajando de educador en un centro residencial muy vergonzoso. Para pagar los estudios básicamente. Sigo recordándolo y buceando en internet me encuentro tu blog y, sigo, a aquel profesor que nos abría otros escenarios, otras preguntas entre tantos, tantos mediocres.

Te envío el enlace de sus inspiradores posts.

https://plus.google.com/115101119149986868752

Gracias por tu blog.

Saludos desde el mar de Málaga, Carmen.

Carlos S. dijo...

Se dice comunmente que "el conocimiento nos hace libres". Cierta es esa frase si sabemos dónde adquirir ese conocimiento y, si la calidad del mismo es la adecuada. En cualquier caso, jamás debe faltar el rigor a la hora de realizar las intervenciones.

¡Un saludo!

Quique dijo...

Muchas gracias Carmen y Carlos por los comentarios.

Sera/Quique