Alaska, 25 de mayo de 2012,
Voy leyendo #eneltren al extraordinario paleontólogo y biólogo evolutivo Sthepen Jay Gould (1941-2002). Extraordinario aunque estuviera enfrentado científicamente a mis queridos Dawkins y Pinker. Gould tiene artículos asombrosos y una enorme capacidad para encontrar nexos en temas que aparentan no tener nada que ver. Lo mismo escribe un homenaje biológico a Mickey Mouse que habla del pulgar del panda de la tecnología. Escribe fenomenal. El último artículo suyo que he leído en este libro de recopilaciones (Gould. Crítica,2003) habla de Freud. Ya saben que yo salivo cuando oigo nombrar a Freud. Concretamente habla de la famosa y falsa teoría freudiana de la madurez sexual femenina como una transferencia del orgasmo clitorídeo al vaginal. El psicoanálisis ha hecho mucho daño y lo sigue haciendo, aunque ahora mitigado. Pocos se atreven a mantener semejante idiotez.
Me dice M., mientras desayunamos, que el psicoanálisis ha evolucionado. Lo dudo. Es el problema de una doctrina que se basa no en el conocimiento científico y probado, sino en la palabra de Freud. Cuestión de fe (lean alguno de los panfletos donde se reúnen los psicoanalistas y verán el carácter sectario de su lenguaje).
Es cierto que las disciplinas científicas pueden avanzar, pero lo hacen cuando hay un sustrato de verdad en lo que explican. Porque si lo que se descubre va en contra de toda la teoría anterior lo que se hace es desechar esa teoría y crear una nueva. El psicoanálisis no puede avanzar por la sencilla razón de que si se cuestionan los pilares que lo sustentan se hunde. Bajo la teoría (linda teoría, no lo niego) del psicoanálisis no hay hechos ni una base real. Negar los pilares que defendió Freud es negar el psicoanálisis. Otra cosa es que muchos psicoanalistas se vayan reciclando en otras cosas (la sistémica o el constructivismo están llenos de expsicoanalistas) sin renegar del todo de su pasado, o que algunos en realidad practiquen otras disciplinas en sus consultas aunque sigan llamándole psicoanálisis a la cosa para conservar los posibles réditos que les da todavía el ser discípulos de Freud. De los otros, de los que siguen aún a pie juntillas sus doctrinas, mejor cuidarse.
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Nuestro Laboratorio de Ideas, el espacio de reflexión y creatividad para proyectos de educación social de la comarca de La Selva (Girona), se viste de largo. La presentación será en las Novenes Jornades de Serveis Socials Bàsics, los próximos 6 y 7 de junio.
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El proyecto "Las TIC al servicio del ciudadano" que estoy realizando en Sils y Vilobí d'Onyar (Girona) cada vez me sorprende más. Y no solo por las estupendas aportaciones que están haciendo los usuarios. El otro día en el taller rompieron, así, como quien no quiere la cosa, la dicotomía entre lo virtual y lo presencial. X y M estaban sentadas con sus ordenadores una al lado de la otra y empezaron a enviarse comentarios por el facebook mientras hablaban y sonreían. ¡Qué tontería, dirán algunos! ¡Si estaban allí! Bueno, bueno, que confiesen todos los que han hecho alguna vez lo mismo con algún sms o algún whatsap. La cuestión de lo que puede aportar lo virtual a la charla presencial de toda la vida tiene su miga.
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El viernes 1 de junio volvemos con el Alaska 2099 , a las 21h, en la sala Almazen (Barcelona).
2 comentarios:
Por eso yo soy conductista. En otro orden de cosas Gould tiene un exquisito texto "La falsa medida del hombre" lo leí hace tiempo, no tiene desperdicio es un autor como tu dices, muy recomendable. Excelente entrada, como siempre.
Gracias Pedro, Me apunto el texto, que no lo conocía. Un abrazo!
Sera
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