lunes, 28 de enero de 2008

Sólo ayudáis a los moros

Estoy solo en el despacho, porque mi compañera, trabajadora social, tiene un día personal.
Bueno, solo no, con una señora a la que entrevistaba que tenía unos brazos de Terminator que si me suelta una hostia me mata. La cosa es que esta señora siempre que se va se despide con un:
-"Siempre ayudáis a los moros y a los negros. Que sí, que yo conozco a uno que le pagáis to y bla, bla,bla, porque primero es ayudar a los de aquí y bla, bla,bla".
Me cago en to (me digo). Ya está. Se acabó. Es la séptima entrevista. estoy cansado, es lunes, tengo frio, las sienes me van a reventar , pero no, no voy a matarla, sólo le digo:
-"Eso, señora, es mentira. Una mentira como una catedral y, si sigue usted mintiendo, no voy a poder atenderla".
¡Coño, funciona!. Es lo que pienso hacer, desde ahora, en una situación así. Dejaré de tragar, ¡leche, ya!. Una cosa es que la gente se exprese y me explique lo que le de la gana y otra que lo que me digan no tenga ninguna consecuencia. Y yo, al menos, no hago discriminación positiva con nadie. Eso sí, lo diré con mucha educación, que yo respeto a los usuarios de este servicios por encima de todo.
Lo haré por ellos y por mí. Por ella también.

2 comentarios:

Charo dijo...

Quique, no sabes cómo te comprendemos. Desde la Animación Cultural también nos hemos encontrado en situaciones parecidas en que oímos comentarios como "tanta interculturalidad y lo de aquí qué", o "sí, sí, hay que abrirse a otras culturas pero los que vienen de fuera que se acostumbre a la nuestra que para eso estamos aquí".
En fin, tod@s l@s que trabajamos en el campo social tenemos a veces encuentros "desafortunados", ¿no? Por eso resulta gratificante compartir experiencias a través de blogs como el tuyo. ¿Qué tal si nos "enlazamos"? Nosotras vamos a recomendar el tuyo desde el blog Andanzas (http://andanzasengrupo.blogspot.com)
No dejes de visitarnos y abrirnos los ojos a tu ámbito de trabajo.
Un saludo, Charo

Quique dijo...

Saludos Charo.
Pues sí, nos enlazamos. Y entraré en el vuestro, por supuesto.
Nos vemos.

Quique