martes, 5 de febrero de 2008

VISITAS A DOMICILIO

Hoy Teresiña, ya la conocen, mi compañera trabajadora social, ha traído Febreze Classic, que es un ambientador milagroso. Se tira en la ropa y deja un olor a suavizante estupendo. Es que el bar donde vamos a tomar el café y a comer el bocata nos deja a veces un olor a fritanga en la ropa que no hay quién se lo quite en todo el día.
Así, oliendo a limones del Caribe, hemos hecho un par de domicilios (en nuestra jerga, para quién no lo sepa, hacer domicilios es ir a ver a algún usuario a su casa).
Teresiña está muy a favor de esta clase de visitas, porque dice que se extrae mucha información de la familia. Yo no lo dudo. En el fondo creo que tiene razón. Pero de las cosas que tengo que hacer en mi trabajo es la que me da más pudor. Yo es que respeto mucho la vida privada de la gente y siempre me ha parecido una pequeña violación de la intimidad. Que no me gusta, vaya.
Teresiña, con según que familia con serios problemas de, digamos, organización, es partidaria de presentarse a saco, sin avisar. Pero en eso sí que le he ganado. Sí, sí , ya sé que si avisamos antes tendrán la casa como una patena. Pues mejor. Porque uno tiene derecho a dejar los gallumbos por ahí sueltos si quiere, ¿no?
La última visita de hoy es a una familia magrebí que vive en el quinto pino. Y aquí en Alaska el quinto pino quiere decir curvas sinuosas y calles mal indicadas.
Total, que hemos llegado y la señora Fátima, con la tele a toda pastilla con una especie de machacón Operación Triunfo del Rif y la habitual amabilidad de las familias marroquís, venga a ofrecernos té con menta -"gracias Fátima, pero no"-, unas pastas -"no Fátima, gracias" - un cuscús -"que no, no se moleste, de verdad", un granini... Bueno, va, el granini sí. Y es que, bueno, ya sabemos que no estamos en nuestra casa, no debemos abusar y, además, debemos de tener siempre presente (no con las familias marroquís sino con todas las familias) de que el nuestro es un vínculo profesional con el Otro. Un vínculo, además, muy frágil. Pero , bueno, tampoco es cuestión de pasarse y ser descortés.

Para esto de las visitas a domicilio hay que tener una mirada muy atenta. Teresiña se ha hecho una composición de algunas cosas que le interesaban. Yo, ni idea. Medio tímido, porque siempre pienso que estoy importunando a la familia, me concentro en mi granini y en lo bonitas que son las alfombras y se me va el santo al cielo.
De todas formas, la visita a Fátima siempre es agradable.
Anoto en mi agenda: Quique, mejorar esto de la observación.

5 comentarios:

..."""silvanna"""... dijo...

O_O Y eso de hacer visitas a casas?¿ Wow... yo cuando me saque el titulo de enfermeria tb tendre que ir a las casas a curar a gente que no pueda asistis a la consulta... Ya he ido un par de veces con la enfermera...y es un palo. xD

Sigo leyendo! Interesantes post! :)

Danzarina dijo...

Hola! Entiendo que es duro entrar en una casa, pero desde luego que da mucha información, y en nuestro trabajo desde luego que es importante observar.

Yo durante dos años y medio trabaje en protección de menores en medio abierto, es decir, en sus casas, eran caso derivados desde los servicios sociales por casos de abuso sexual, negligencias y maltratos, casos que eran graves como para ser atentidos sólo desde los servicios sociales, y no tan graves, o por lo menos carentes de información, como para sacar a los hijos a un piso de acogida.

Asi que de esta manera trabaje durante un tiempo, en el que diariamente iba dos horas a cada una de las casas, se establecían los objetivos con cada miembro de la familia, y se trabajaba por la protección del menor, ya que era preferible mantenerlo en su entorno social, que sacarlo del mismo, ya que muchas veces la vinculación que ya tienen con sus padres aunque no sea la mejor familia del mundo, es mejor que, que se produzca un desamparo con todo el desarraigo que conlleva,...

También es cierto que me ha tocado trabajar en casos en los que estaba más que claro que el menor tenía que ser sacado del ámbito familiar y pasar dos años y medio y no ocurrir, nada de esto, la decisión corre a cargo de Bienestar Social y las cosas de Palacio van despacio....

Quique dijo...

Hola aisinyemaya, veo que conoces bien el funcionamiento de los servicios sociales.
Estoy de acuerdo contigo...y con Teresiña. Me aplicaré.

Quique

Jueves dijo...

Trabajo en Secundaria, en un instituto de Madrid, y me gustaría muchas veces poder ver un poquitín cómo son las casas de mis alumnos, cómo son sus padres y sus hermanos "en acción" (no solo en la visita del trimestre, si es que vienen...).
LLevo trabajando cuatro años con alumnos gitanos, y me "fascinan" por los cuatro costados... Me encantaría ver sus casas, oír lo que dicen sus padres, sus tíos, sus abuelos... Seguro que podría comprender mucho más y trabajar mucho mejor... Así es que me tengo que conformar con ver programas en la televisión (como "Callejeros") e imaginar...
Sí, seguro que no es cómodo... Yo también tendría dudas...
Bueno, conforme te vayas "aplicando" nos irás contando ¿verdad? Y nada, a ser los ojos que otros no tenemos...

Anónimo dijo...

A mí también me parece muy enriquecedor y las visitas domiciliarias me gustan (aunque a veces, por esa cortesía que comentabas, deba probar cafés o pseudocafés que dejan las tripas hechas un trapo)

Pues eso, no voy a redundar en lo que ya se ha dicho, pero sí es cierto que de un vistazo a la casa de una de tus familias se pueden obtener muchas cosas.

Por cierto, ¡qué suerte de trabajadora social que tienes!