lunes, 31 de marzo de 2008

LA MIRADA DEL EDUCADOR.CHISMORREOS Y OTROS TOTALITARISMOS.

-Que no María, que no me interesa saber que es lo que hacía el padre de Marta el martes por la tarde.
-Pues te debería interesar.
-Pues no me interesa. Es más, no quiero ni saberlo.
María es la profe de Marta, y Marta está con su padre un fin de semana sí y otro no. La cuestión es que María, la profe, vive en el mismo pueblo alaskeño que el padre de Marta y se entera de muchas cosas que a mí no me interesan. Lo que debo de saber, como educador social que soy, es que el padre de Marta se ocupa bien de su hija. El lunes la niña viene limpia al cole, lleva el bocata, explica que papi se la ha llevado al parque y que se lo ha pasado pipa y ya está. En resumen; ese padre es un buen padre, es responsable y cumple socialmente con sus obligaciones. No me interesa si María, la profesora, lo ha visto en el bar o si se va con fulanita o menganita. A mí como si se quiere ir de putas, a ver si nos entendemos.

En esta profesión nuestra en la que manejamos tanta información hay que estar muy atentos porque nos volvemos unos fisgones de cuidado.
Una cosa son los espacios sociales, con sus normas y el control para que se cumplan, o las responsabilidades exigibles a los adultos (que además vienen muy claritas en las leyes), y otra los espacios privados que tendrían que estar a salvo de nuestra mirada pedagógico-inquisidora.
Y es que esta profesión tiene a veces un ramalazo totalitario que da gusto. No hay más que echar mano de la hemeroteca y rescatar algunos textos originarios de nuestra profesión, como algunos fragmentos de La pedagogía de la vida cotidiana (para la cual no hay espacios privados que valgan y todo esta sujeto a la mirada escudriñadora del educador) heredera de los modelos higienistas del siglo XIX, que rezuman un batiburrillo eclesiástico-marxista-controlador, disfrazado de progresismo, que ríase usted de los meapilas del PP.
El tan manido tema de la educación de calle, que quiere ahora rescatarse de las catacumbas, va por el mismo camino. No nos bastan centros abiertos, cerrados, ludotecas, talleres, centros deportivos, bibliotecas, escuelas, familia, no, no, no... como la calle es el único lugar que nos faltaba por controlar pues vengan las brigadas de educadores para vigilar y controlar a los indeseables. El control más puro y duro disfrazado de pedagogía.
Yo la única educación de calle que entiendo es la que crea lugares educativos y culturales con prestigio social, desde donde se de la palabra a las personas y se puede hacer una transmisión cultural en condiciones. La única educación de calle que conozco son los proyectos educativos potentes ( pedagógica y económicamente hablando) con el objetivo de la promoción social de TODOS los ciudadanos. Pero si quieren que vaya a vigilar y controlar a los adolescentes a las plazas, o a ver si fulanito o menganito fuma porros en el bosque o me pinta las paredes, o a seguir al padre de Marta por los bares, y darles la murga, van listos.

Y es que el totalitarismo no deja de serlo por mucho pendiente en la nariz que se ponga.

6 comentarios:

BLQ dijo...

En Grenoble este trabajo no lo hacen los educadores sociales, lo hacen unas cosas que llamamos vidéo-surveillance.... terrible

Ginebra dijo...

Es que en los sitios pequeños (ya sea una aldea, un pueblo, el barrio, el bloque, la urbanización...) el chismorreo es inevitable (e insoportable)

Anónimo dijo...

El ojo del "Gran Hermano" parece haber desembarcado tambien en nuestra profresion.

En nuestra "mano" (lease por etica, moral, codigo profesional..) está, el uso que se le de.

Att. Asier "Educablog"

Asier dijo...

Quique, me he encontrado surfeando por las aguas del ciberespacio (como se nota que por el Norte llueve a raudales y tenemos un par de dias libres, ajajajjaj) este video-cachondeo-parranda de los compañeros de Educ. Social compatriotas tuyos.

Como se lo montan de divertio los cabr*+*+.

http://www.youtube.com/watch?v=I-vMMvdJDfk

Saludos.

Craso dijo...

A Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César. Vamos, que no intentemos extralimitarnos en nuestras funciones, que la vida ya se regula bien solita. Saluditos.

Quique dijo...

Saludos a todos.
Voy a mirarme el vídeo Asier