lunes, 28 de abril de 2008

ESCUCHAOÍR

Escuchar es la base de mi trabajo. Escuchar cansa. Hay estudios que miden la capacidad de atención del ser humano, pero es difícil saber hasta que punto puede agotar escuchar a alguien, porque se ponen en juego un montón de variables......¿Quique? ¡Quique! ¿Me estás entendiendo?
...mmm, sí, sí...bueno, no sé si te he entendido bien...¿puedes repetírmelo?



Mmm, esto es lo que iba pensando en la entrevista de esta mañana mientras ella me hablaba. No es que no la haya entendido, es que me he despistado, como me ocurre en ocasiones (pocas) cuando estoy cansado. Más que despistado, me he ido desconectando conscientemente. Miro a mi interlocutor, asiento mecánicamente, pero tengo la cabeza en otro lado. Raramente me pillan y yo cumplo con mi función de container. Difícil precisar cuando uno va a perder el contacto con el Otro (me gusta escribir ese Otro con la o grandota, como hacen los psicoanalistas). Depende de la energía que uno tenga ese día, de las entrevistas que ya lleve en el cuerpo, de si se ha desayunado o no, del interés de lo que te están contando, etc.


Hay entrevistas que duran una hora que mantienen toda mi atención. Sin embargo, las hay de quince minutos que se hacen eternas. A veces el contenido es lo de menos, es sólo que hay usuarios que son unos narradores excelentes. Otros se repiten como el gazpacho y dan vueltas y vueltas sobre el mismo tema. Están los verborreicos, estos sí, definitivamente agotadores. Hay días que, no sé como explicarlo, cansa tanto mirar a los ojos de los usuarios(después de haber mirado a más de catorce ojos de todos los tamaños, sexos y colores) que uno tiene que ir mirando de vez en cuando al papel, o a la mesa, no por timidez, sino sólo para descansar la mirada (digo la mirada, no la vista).

Algunos usuarios explican una historia que es como un cuento, tan bien estructurada que resulta sencíllisimo transcribir luego la entrevista en un papel, otros saltan de tema en tema y cuando acaban y se van debes apresurarte a escribir lo que recuerdas, porque sino todo se irá veloz como en un sueño.

Hay entrevistas mágicas, en las que escucho como nadie y en las contrarréplicas me muestro brillante, orfeico, mientras observo que el usuario asiente llevándose mis palabras a su casa. En otras soy un torpe que no entiende por más que oiga (oiga, ¿está usted tonto?), balbuceo y acabo agotado de escuchar, pero no al Otro, sino a mi mismo lanzando ideas sin ton ni son.

Hay manuales y estrategias para escuchar con atención. Pero escuchar es un arte que sólo se aprende escuchando.
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¡Me voy para Castellón! El grupo de teatro de Factoría Los Sánchez me han pedido que les haga una crónica de su obra El candidato, que estrenan el 9 de mayo en el Teatro Principal de Castellón. Me pagan avión Alaska-Castellón y hotel. No sé que me habrán visto. Pero nos vemos el día 9 en la city.
Un saludo.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy psicólog y comparto lo que dices. Enhorabuena por tu blog.

Ginebra dijo...

Hombre, escuchar es un arte y una medicina.

Anónimo dijo...

Han estado muy bien los ejemplos de entrevistas expuestos. Ha sido como una especie de catálogo en el que me he sentido identificado.

Lo peor es que, a veces, cuando no puedo escuchar (por algunas de las razones que comentas), me siento mal y me voy pa' casa como de mal rollo consigo mismo, diciéndome prácticamente lo mal profesional que soy.

Pero es que queda demostrado que una actividad tan aparentemente sencilla como es escuchar, a veces se torna harto complicada.

Como de costumbre, en el clavo, Quique!!

Unknown dijo...

Hola Quique efectivamente lo has clavado, a mi también me pasa, yo creo que a todo el mundo, hay veces que te ves desconectando,...

Yo hoy he tenido una entrevista en profundidad de dos horas de duración, y no ha sido expecialmente dificultoso mantener la atención durante estas dos horas, pero hay días que este mismo grupo se hace con dos personas y tenemos que estar dos horas con uno comer en 45 minutos y otras dos horas con otro, y como te toque alguno de los ejemplos que has puesto como el verborreico salir agotado es poco....

Saludos

..."""silvanna"""... dijo...

Menos mal que no me he metido a estudiar psicologia ni nada del estilo xD

Josep Seguí dijo...

Hola Quique (y compañía)!!!

En el Ciberpaís de hoy -página 2- hay una referencia a este estupendo blog.

¡Enhorabuena!!!

Josep Seguí
Psicología social y Socioconstruccionismo
http://pssocial.blogspot.com

Quique dijo...

Hola, gracias a todos, ginebra, lucce, psikoloca,
No creas, silvanna, escuchar también es apasionante (pero se me olvidó decirlo).
Gracias por el aviso Josep. A ver si te animas y te pasas por castellón

yraya dijo...

Hola, hoy leyendo el suplemento de EL PAÍS CiberP@ís, he visto tu página, me ha encantado lo que he visto.
Yo trabajo en un comedor y patio con niños y aunque sólo son tres horas, son intensas, te encuentras de todo, y a pesar de mi experiencia, (tengo tres hijos), algunos días saldría corriendo de vuelta a mi casa.
Ya estás entre mis links.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Me encanta tu blog. Gracias por hacernos sentir un poco menos zumbados a los educadores del mundo, cada 5 minutos cambiando de perspectiva según a quien tengas enfrente. Entendiendo todo, escuchando todo, creyendo en todo... y sin encontar la misma comprensión

Quique dijo...

Gracias y saludos, yraya y altzea
a

Meiga en Alaska dijo...

Cuanto más leo, más cuenta me doy que lo de Alaska es alguna historia tuya, pero que en realidad debes estar más cerca de Galicia :) Lo digo porque yo aún no he encontrado ese billete Alaska-Castellón que cuentas, y te juro que me lo compraría todos los meses si lo hubiese, aunqeu tuviese que hacer autoestop desde castellón a santiago después.

También me has metido una morriña en el cuerpo tremenda. No de Galicia, sino de mi profesión. Soy psicóloga y he trabajado muchos años en un centro de servicios sociales en Seattle, Muchos de tus posts me traen recuerdos de mi vida antes de mudarme a Alaska :)

Bicos