lunes, 13 de octubre de 2008

DE SUELDOS

Otoño. Caen las hojas, llega el frío, los días se hacen más cortos y se negocian los convenios laborales.
Perdonen los lectores habituales si me sale más un mitin que un post, pero es que el tema de las condiciones laborales me pone estupendo.
Para empezar, así, a bocajarro: Los educadores sociales* y los trabajadores sociales, trabajemos en la administración o no, ganamos poco. Esto es un hecho, no una opinión. Basta saber la formación que tenemos y las responsabilidades que asumimos y confrontarlas con nuestros sueldos (*se entiende que hablo de educadores y educadoras, aunque no utilice la antipática @.)

Otra constatación: Los educadores sociales que no trabajan en la administración suelen ganar menos y tener peores condiciones laborales que los que sí que trabajan en ella (lo que, dicho de paso, no me consuela en absoluto).

Tercera cosa: La administración delega la gestión de muchos servicios públicos en manos privadas. En el caso de servicios sociales, esta gestión suele concederse a empresas, cooperativas o entidades sin ánimo de lucro.
La administración no suele confiar en este tipo de empresas porque piense que pueden gestionar mejor los servicios de lo que lo harían sus propios trabajadores. Lo hace, salvo excepciones, porque abarata los costes.
He ahí la cuestión.

¿Es malo abaratar los costes de los servicios?. Pregunta retórica. Desde luego que no, contesto yo mismo. Una pequeña cooperativa puede reducir la enorme burocracia de una administración y ganar en términos de eficacia y de economía. Lo que pasa, queridas amigas, es que, hoy por hoy, el abaratamiento en los servicios sociales se traduce en pagar peores sueldos a los trabajadores, recortar sus derechos laborales y, de rebote, empeorar la calidad del servicio que se ofrece a los ciudadanos. Esto tampoco es una opinión. Es un hecho que cualquiera puede contrastar.

No quiero extenderme, porque al final me saldrá el mitin, camaradas. Pero tendríamos que ir repartiendo responsabilidades. A mí se me acuden unas cuantas.

1. Administración: Hay responsabilidades que son suyas. En todo caso, la delegación de estas responsabilidades en manos privadas nunca debería significar una perdida en derechos de los trabajadores y en calidad del servicio. También debería velar para evitar prácticas monopolistas de las entidades privadas con las que firma acuerdos.
En definitiva, como decía aquel: ¡Más Estado!

2. Colegios profesionales: Ya han cumplido la mayoría de edad. Han de dejarse de mirar el ombligo y felicitarse por su existencia. Una cosa es no inmiscuirse en negociaciones de convenio laboral y otra diferente es no hacer estudios e intervenciones serias sobre los lugares de trabajo, el sueldo o las condiciones laborales exigibles para sus colegiados .

3. Cooperativas y entidades privadas sin ánimo de lucro: La bondad se les supone. Que no se han metido en esto para hacerse ricos no hace falta que lo demuestren. Pero no deberían aceptar la gestión de proyectos que no tengan la suficiente dotación económica para cubrir las necesidades de sus trabajadores y la atención correcta a sus usuarios.
Su bienintencionado ideario no debería contemplar venderse al mejor precio.

4. Educadores sociales: Seguramente los elementos más débiles y perjudicados de la cadena, junto con los ciudadanos que usan los servicios sociales. Pero no están exentos de responsabilidad. Si alguien acepta un trabajo tan duro como este por mil euros al mes, es que ha confundido la vocación con la santidad. Y si gana un poco más, pero no se queja, se habrá ganado el cielo, pero no podrá pagar la hipoteca, aquí en la Tierra.
Por cierto, educadores del mundo, ¡relajaos!. La vocación, por lo demás tan cristiana, no es ni demostrable ni exigible . Basta con ser un buen profesional.
Amén.
(Continuará...)

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EN VALENCIA

9 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Hay trabajos que siempre estarán mal pagados. Pero la cifra debería ser más alta.

Anónimo dijo...

Realmente sí, te ha salido un mitin. Pero y qué, te ha quedado estupendo. Y tienes más razón que un santo.

Quique dijo...

Cierto Pedro, he ido corrigiendo sobre la marcha. Los mileuristas son, espero, excepciones. De todas formas, el sueldo en muchas administraciones ronda los 1300 euros, que tampoco da para muchas alegrias.
Saludos camarada fusa.

Anónimo dijo...

Una realidad muy poco alegre. Una realidad que desde dentro y desde fuera debemos intentar cambiar.

Ánimo valientes.

Saludos mañaneros

Lara tiene alas

Anónimo dijo...

El nuevo convenio que se aprobó en Catalunya, habla de 1600 euros brutos, tanto en dispositivos de calle como en medio residencial (ahí ya van incluidos los pluses por festivos y nocturnidad... vamos, que el sueldo neto queda en unos 1200 más o menos...), amén de haber aumentado 200h anuales en relación a algunos convenios que se aplicaban anteriormente.

Lo de la privaticación... clama al cielo! El argumento de la pretendida eficacia-eficiencia no se aguanta ni por los pelos.
Lamentablemente, algun colegio profesional (no vayamos a generalizar) sigue mirándose el ombligo.

Un saludo y a seguir!!

Anónimo dijo...

Educadores del mundo respondiendo:

Mientras estemos de pasada por este mundo, vamos a intenar dignificar la profesión, empezando por uno mismo. Jornadas anuales que aspiren a 1592 horas, pluses por trabajo en festividades o fines de semana (otro de los regalos pastorales que hacemos en muchos trabajos residenciales), mejor retribución anual como Técnicos Medios, etc, etc, etc..

Que hereden las nuevas generaciones, no la tierra prometida ni el paraiso, pero tampoco el purgatorio.

Saludos

Anónimo dijo...

Yo ya comenté, no sé si en este blog o en otro, que siempre nos llama la atención, a mí y a mis compañeras, que estamos trabajando por tratar de dignificar las situaciones en diferentes ámbitos de las personas con las que trabajamos y que, sin embargo, poco o muy poco hacemos por diginificar nuestra situación laboral como Educadores Sociales.

Estoy totalmente de acuerdo en el reparto que haces de responsabilidades que haces, Quique. En la parte que nos toca (Educadores) creo que es a lo que nos estamos refiriendo Asier y yo a través de nuestras intervenciones.

Respecto al resto de agentes sorprende, cuando menos, encontrarte con trabajadoras sociales y otros profesionales que trabajan directamente contratados por la administración animándonos a movilizarnos y flipando ante las condiciones en las que como colectivo, con titulación técnica y sobre todo, y como también muy bien apuntas, con las responsabilidades que manejamos en nuestro día a día (trabajamos con personas), nos encontramos.

Por tanto, considero que la administración tampoco vería con tan malos ojos el mejorar condiciones, ya que pienso que lo único que se ahorran, en alguno casos, en comparación con la contratación a empresas privadas, es a nivel de gestión, de marrones de eprsonal, etc, etc... Económicamente, tampoco es tan grande la diferencia.

En relación con esto, obviamente, está la posición de las empresas. Estas por garantizarse una pasta fija cada x años, se pliegan y, en muchas ocasiones, se bajan los pantalones, antes las imposiciones de las instituciones. Muy contradictorio con el a priorístico posicionamiento fundacional que, seguramente, tendrían en sus comienzos.

Con todo y por acabar con esta brasa, las empresas han de darse cuenta de que la gente se va quemando y que este quemazón (burn out o así se llama en términos más especializados) es producto de lo mal que están las condiciones.

Hace poco han hecho en mi empresa un estudio para medir el nivel de satisfacción de sus empleados. Me temo que el resultado no ha sido excesivamente positivo. Esto, a la fuerza, ha de repercutir negativamente en el trabajo y, vuelvo a repetir, no trabajamos haciendo tornillos.

En fin, con todo, seguiremos informando.

¡¡A las barricadas!! jejejeje

Quique dijo...

Saludos a todos, lara, asier,lucce. Assier y lucce, kaesar.
Nada que añadir

Anónimo dijo...

Subscribo el artículo, o mitin, al completo.
El otro día comentábamos nosotros en una intervención con los de primero de Educación Social que nos toca una doble lucha: la primera por el reconocimiento de la profesión y porque nos admitan como profesionale sallí dodne debemos estar y la segunda contra la precariedad laboral (sueldos, contratos basura...).
En cuanto a lo de los Colegios, si que es verdad que deberían ponerse a trabajar en serio este tema. Yo me he colegiado al acabar la carrera para así poder estar más informado d elo que hacen y dejan de hacer. A ver que ocurre.
Un saludo