jueves, 20 de noviembre de 2008

LA VIOLENCIA

Teresiña me ve llegar al despacho con el tocho bajo el brazo. ¿Todavía no te has acabado tu biblia?
-Me faltaba el capítulo 17. Es lo que tiene leer tantos frentes abiertos.
Veamos lo que dice este hombre;

Steven Pinker dedica el capítulo 17 de su libro, La Tabla Rasa, a la violencia. Todo un ejemplo de como el conocimiento científico de la naturaleza humana puede contribuir, junto con otras disciplinas, al diseño de las acciones sociales y educativas.
En primer lugar Pinker hace una reformulación interesantísima del problema. Dado que la violencia no es literalmente una enfermedad ni un deterioro, sino que forma parte de cómo somos, y dado que desde el punto de vista personal o evolutivo, a veces la violencia puede resultar hasta rentable, hace falta saber "no por qué se produce la violencia, sino por qué se evita".
En el mismo capítulo, a modo de prefacio, se dedica a derribar algunos mitos muy arraigados. Uno de ellos es el mito según el cual la violencia en los medios de comunicación explica el aumento de la delincuencia violenta. Según el psicólogo Jonathan Freedman, que ha investigado los estudios que se han hecho sobre este tema, la conclusión que se puede extraer es que la exposición a la violencia de los medios de comunicación tiene poco efecto, o ninguno, en el comportamiento violento del ser humano. Lo mismo ocurre con muchos otros indicadores de "riesgo" que presuntamente provocan comportamientos violentos (como los videojuegos ). Es decir, que no están corroborados por los datos. En algunos casos, incluso, los datos los contradicen.
No es un asunto baladí. Muchos programas o campañas que tienen un coste económico muy alto, se justifican en la creencia de que la violencia es una conducta aprendida, y por tanto hay que prevenirla. Supongo que lo que desea cualquier contribuyente es que, como mínimo, sean efectivos o estén basados en argumentos comprobados.

¿Una invitación a no hacer nada? No, una invitación a hacer cosas distintas. Steven Pinker, basándose en los últimos conocimientos sobre diferentes disciplinas (biología evolutiva y psicología social entre ellas), explica la violencia basándose en tres parámetros: la competencia, la inseguridad y la gloria.

-El primero, la competencia, basado en la selección natural, explica porqué podemos llegar a hacer cualquier cosa, incluida el uso de la violencia, que nos ayude a sobrevivir y reproducirnos. Argumento que ayuda a entender porqué en todas las sociedades el sector demográfico en el que se concentra la mayor violencia es en los hombres de entre 15 y 25 años (machos compitiendo por hembras).
-El segundo, la inseguridad, un miedo animal a no ser masacrado o a que nos roben lo que tenemos, lo que nos hace estar preparados para defendernos o para lanzar ataques preventivos.
-Y por último la gloria, el "honor". Está demostrado ( biológica y estadísticamente) que los hombres se pelean , como observó Hobbes, por "una palabra, una sonrisa, una opinión diferente y cualquier otro signo de menosprecio". Observen, a una distancia prudente, una acalorada discusión entre dos conductores y quizás lleguen a la misma conclusión.
Obviamente he resumido los argumentos de Pinker sobre este tema, explicados exhaustívamente en su artículo.
Los conocimientos científicos son un importante complemento a las ideas sobre la condición humana que otras disciplinas tienen (filosofía, pedagogía, arte). Ni las agotan, ni son el enemigo. Puede causar decepción e incluso rechazo saber la pasta de la que estamos hechos. La evolución no es un cuento de hadas. Pero saber una parte de cómo somos, y de donde venimos es una buena manera de conocernos y de saber cómo evitar comportamientos indeseables.
Contrariamente a lo que se piensa, muchas de las propuestas que plantea la psicología evolucionista no defienden nada que se parezca al determinismo, ni tampoco aluden a la falta de responsabilidad del individuo. Al contrario, algunas de sus ideas nutren los manuales de mediadores y pacificadores internacionales. Se trata también de opciones educativas, sólo que basadas en datos empíricos y comprobados, lo cual permite afinar la puntería. De hecho, también contrariamente a lo que se piensa, las sociedades de hoy en día, juventud incluida, son mucho menos violentas que las de siglos pasados. Eso quiere decir que, frente al mito del "Buen salvaje", que propugna que es la sociedad la que corrompe al hombre, parece que la sociedad, educación social incluida, está haciendo cosas razonablemente bien y está consiguiendo apaciguar, al menos en parte, los instintos violentos del ser humano.

La mayoría de las ideas que plantea Pinker son muy complejas y exigirían la argumentación completa del autor, pero valgan como ejemplo de que la ciencia no siempre propone soluciones farmacéuticas a los problemas humanos :

-Por ejemplo, Pinker señala la importancia de tener en cuenta las facultades emocionales de las personas en conflicto y no sólo las facultades racionales. Conocer las bases de la violencia utilizada (códigos de honor, etnocentrismo, la lógica del ataque preventivo, etc.) permite combatirla mejor.
-También es clave el sometimiento al imperio de la ley. Más educación y recursos en los barrios deprimidos, por supuesto, pero también más vigilancia para evitar que impere el "honor" antes que la ley. Desde luego el consejo de Pinker de más policía en los barrios degradados no tiene buena prensa entre los educadores sociales, pero es la única forma, según Pinker, de que la naturaleza no se tome la justicia por su mano. Donde el Estado no hace acto de presencia, lo hacen las mafias y su código de honor.
- Humanizar al adversario haciendo que forme parte del círculo moral del Otro (hacerlo cercano, compartir la cultura, etc.). Sin este paso, apelar a la paz es inútil. Es apelar al "buen salvaje". Tenemos una tendencia natural a odiar y competir con el que está fuera de nuestro círculo familiar y cultural. Sólo si lo vemos como otro humano, si compartimos su cultura, etc. podemos llegar a respetarlo. De la misma manera, debemos buscar la forma de que dos partes cedan sin desprestigiarse (una prueba más de la necesidad de introducir la mediación en los institutos de secundaria y una invitación a que los mediadores investiguen y compartan sus experiencias).

-Etc,etc, etc.

Coda: "Negar la lógica de la violencia propicia que se olvide fácilmente que ésta puede estallar, e ignorar las partes de la mente que activan la violencia propicia que se olviden las partes que la pueden sofocar. Con la violencia, como con otras muchas preocupaciones, el problema es la naturaleza humana, pero, al mismo tiempo, la naturaleza humana es la solución". Steven Pinker, La Tabla Rasa)

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Polémico tema el de la violencia. Recuerdo que en primero tuvimos un debate sobre violencia y medios de comunicacion, videojuegos,etc. en la asigantura de Medios de Comunicaicón y Sociedad.

Un saludo

Educathor dijo...

Vale, Quique. Fenomenal el tema.

Tomo nota.En cuanto tenga algo de tiempo publicaré un post con mis peros y matizaciones.;)

Discrepo ampliamente pero, aún así, disfruto cuando te leo. Me parece un tema central para la profesión de educador.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Buenos días Quique.
Violencia ejercida por igual hombres y mujeres.unicamente la socialización nos dota de maneras diferentes de expresarla.Muy interesante las reflexiones del libro que lees.lo recomendarías?

Anónimo dijo...

Una pelíula que refleja muy bien la ausencia o presencia de violencia en la sociedad, pese a estar expuesta a los mismos estímulos provenientes, por ejemplo, de los medios o de los videojuegos, es 'Bowling for Columbine'.

Recordad que en ella Michael Moore, desmonta muchas de las justificaciones tras las que los estadounidenses se parapetan; ¿videojuegos? En Japón juegan el doble y no hay tantas muertes; ¿historia violenta? Europa en general fue sacudida por una inmensa ola de muertes en la II Guerra Mundial y eso no ha ocasionado que la gente vaya por Alemania dándose tantos tiros como en los USA.

Anónimo dijo...

Buenos dias Quique:

Muchos retazos cientificos y sociologicos, que cogidos entre alfileres, pueden sugerirnos cosas bien distintas, y en ocasiones antagónicas a las que estamos acostumbrados a manejar y convivir.

Las conclusiones a las que llega Freedman, son cuanto más discutibles. Reducir la influencia de los medios de informacion o las nuevas tecnologias, a cero; es negar la capacidad ingente de estímulo y sugestión que en ocasionas provoca (no siempre destructivo ni violento, afortunadamente) en adultos/as, y por ende, tambien en la juventud más maleable y permeable.

Un niño/a en sus primeros años de vida, representa una máxima: " Yo y mio ". Esta categorización, choca frontalmente con el derecho democrático de las cosas: prima el indiviualismo, lesiona el derecho del otro, no convive ni respeta al otro....El proceso educativo y de socialización del sujeto, podrá orientarse por tanto, en dos lineas: La aprendida (padres, escuela, iguales...) o la natural-biologica (defensa de sus impulsos, orgullo, honor, individualidad). Si triunfa o destaca la primera, el campo de cultivo para la violencia, estaría sembrado.

Un saludo Quique, y sigue leyendonos a esta gente del saber, que tantas y positivas dudas razonables, nos insuflan.

Anónimo dijo...

Fé de erratas:

Donde sigo en el penultimo párrafo: "...Si triunfa o destaca la primera, el campo de cultivo para la violencia, estaría sembrado...." Debería poner SEGUNDA , en vez de primera.

Saludos y perdón por el fallo.

Quique dijo...

Hola a todos/as.
-Juan, espero ese post con ganas.
-Sí Violeta, lo recomiendo. Aunque asustan sus casi 700 páginas.
-Asier. Humm, no sé. Freedman habla de datos. Objetivos y cuantificables. Una cosa es lo que nos dice nuestra intuición y otra distinta es que eso se corrobore en la práctica. Observando lo que fueron capaces de hacer los nazis, educados en el refinamiento social y cultural más absoluto, a uno le hace dudar de la influencia de ciertos estímulos.
Pero, repitiendo a Pinker, la educación puede hacer mucho. La cuestión es apuntar un poco mejor (con perdón del símil bélico).

Anónimo dijo...

NO pongo en duda los datos, ni los estudios, del seguramente, un prestigioso investigador. Pero muchos educadores tenemos la suerte de trabajar desde el conocimiento de la propia realidad social. Es nuestro laboratorio cualitativo, mas cercano y real (quizás no cientifico, pero tampoco basado en la intuición como metodo de análisis).

Pones un ejemplo muy gráfico y significativo de la influencia o manipulación, desde una fuente concreta (el nacionalsocialismo hitleriano), que acabó mediante medios democráticos (ganaron unas elecciones, no lo olvidemos), llegar al poder y manejar una ideología o filosofía muy concreta : Pangermanismo, superioridad de la raza aria, anti-semitismo, autoritarimos estatal informativo, educativo....

La aseveración de Pinker, la hago mia. Y quedo pues, a la espera, de poder conocer más a fondo el estudio, datos o conclusiones del señor Freedman (hasta hoy, un desconocido para mi).

Cordial saludo Quique.

Imma-Cal Roca dijo...

Quique, me encantan estos temas que nos propones (tanto este como el post anterior de naturaleza humana) aunque yo, pobre de mi, me hago un lío incluso en mi propia opinión.
¿Que tanto por ciento tenemos violencia adquirida por genes y que tanto aprendida por nuestro entorno? Yo creo que todos tenemos violencia dentro, lo importante es saberla controlar con la racionalidad.
El pediatra de unos amigos cuya hija de 8 años empezó a tener miedo de ir a dormir sola y sin la luz, les dijo que no miraran las noticias mientras cenaban pues a esa edad ya tienen una buena percepción del mal y del bien.
Yo lo que intento, aunque no siempre miramos las noticias pués a veces da realmente miedo, es aleccionar a mi hijo en todas las ocasiones que se nos presenta un caso de violencia por la tele o incluso en alguna de sus películas infantiles (¿o no es duro que maten a la madre de bambi?jajaj) Bromas a parte, da pena tener que enseñarle a un niño: "Si se para un coche para preguntarte algo, no te pares ni contestes, vete corriendo para casa". No hay que olvidar que la violencia y el mal conviven con nosotros.

Imma

Quique dijo...

De acuerdo Asier. Somos unos observadores privilegiados.
Pero también en nuestro "laboratorio cualitativo" se producen paradojas que desde el sentido común parecen inexplicables, ¿no?. De repente niños aparentemente bien educados que agreden, hermanos de la misma familia que tienen un comportamiento totalmente diferente, alumnos que parecen pacíficos y que agreden a otros, niños sanos en entornos desastrosos, etc. Por eso mi insistencia en que necesitamos el apoyo de la ciencia. Sin que esto quiera decir que la ciencia tenga la última palabra sobre lo que debamos hacer o no (porque nuestras acciones también se guian por la ética, la pedagogia, la filosofía, la justicia, etc.).
En fin, un debate apasionante.
En todo caso mi postura es que podemos discrepar de los conocimientos científicos (siempre y cuando tengamos mejores argumentos, claro), lo que no podemos hacer es ignorarlos.
Históricamente la educación social decidió nutrirse de las letras y las humanidades y decidió ignorar las ciencias(sobre todo las conocidas como ciencias formales o "duras"). Personalmente creo que es un error que debería empezar a subsanarse.
Un saludo

Anónimo dijo...

ha leído algo de girard,antropolgo?me lo han recomendado acerca del tema de la violencia tb.Ya te daré resña del libro cuando lo tenga.por el momento no tengo más datos,pero me han comentado algún capítulo sobre como las comunidades griegas entendían el fenómeno y tiene cosas vigentes hoy en día,que nos conducen a la esencia de la naturaleza humana y su construcción de la cultura.

Anónimo dijo...

El tema me parece apasionante. Yo soy una de esas de ciencias "duras" como has mencionado (una profana en este campo) pero me apasiona observar el comportamiento humano bajo los distintos estímulos que se presentan en la vida cotidiana.Me gusta observar a mis amigos y conocidos. Me fascina observar las distintas reacciones que tenemos todos bajo los mismos estímulos, y eso me hace pensar muchas veces qué de educación y qué de biológico tienen nuestras distintas reacciones. La gente que me rodea no ha sido educada de la misma forma ni con los mismos estímulos (supongo que no hay dos personas en estas condiciones aunque sean hermanos gemelos identicos, ya sabes, una caricia de más un grito de menos pueden influir en un niño), con lo cual, el grado de comportamiento educacional varia en ellos.
No me he fijado en el grado de violencia en mis conocidos tanto como el estado de ánimo (más alegre o depresivo bajo las mismas circunstancias en la vida) y me fascina que gente que de por sí es depresiva, por bien que les vayan las cosas siempre ve el lado malo de lo que le rodea mientras que otras tienden a ver, y estando en peores condiciones, lo bueno que pueden sacar de cada sitiación, aunque les cueste. Ya lo dijo Ortega y Gasset "yo soy yo y mis circunstancias"
Me parece fascinante el tema y te aseguro que no dejaré de leer ese libro.
Un saludo de como te digo "una profana"

Anónimo dijo...

Me gusta mucho tu blog. No suelo comentarte por que prefiero leer a escribir (zapatero a tus zapatos). Aún así decirte que me parece muy interesante lo que escribes y no dejo de pasar por akí.

Un saludo

Quique dijo...

Saludos Inma, Violeta y Vera

Anónimo dijo...

Tema muy interesante pero controvertido como toda la psicología evolutiva. Pinker escribe muy bien y es excelente polemista (hay que leerlo aunque no se esté de acuerdo, recomiendo el mundo de las palabras en Paidós) Una página sobre controversia http://procopio.blogia.com/2006/121101-pinker-rorty-y-la-vieja-controversia.php

Anónimo dijo...

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