miércoles, 4 de febrero de 2009

CENTROS DE MENORES. TIEMPO DE LEER (1)

Por culpa del Defensor del Pueblo he aplazado Diario de Berlín, de William Shirer, que promete darme muchas horas de placer. Y es que lo de Múgica son casi 500 páginas.
¿Qué dicen los periódicos? Dicen algo, cosas sueltas, de lo que dice otro. En el periodismo de hoy en día abundan las comillas, no porque se entreviste in situ a los implicados, ¡que va!, es sólo que se abusa del corta y pega. Yo lo entiendo. Son 500 páginas y el periódico sale mañana, así que con dos toques de mouse (corta y pega) me salen cuatro lineas para la crónica en un periquete.
Soy un veterano lector de periódicos. No hay nada como esperar a ver la evolución de una noticia: ¿cuanto tardará el periodismo en olvidarla y pasar a otra cosa? ¿habrá algún periodista que se encare con el informe y vaya al fondo? ¿Sabremos si la Fiscalía del Estado investigará este asunto, o, por el contrario, esperará a que amaine la tormenta?

Yo, ni soy periodista, ni tengo sus urgencias. Así que, como lo único que hay, de momento, es el informe, pues me lo estoy leyendo. Todo lo demás sería opinar sobre opiniones. También están los blogs, por supuesto, digamos que un cierto periodismo ciudadano. Pero ya se sabe que en Internet todo es mentira hasta que se demuestre lo contrario.
De momento, la lectura (tengo que confesar que me estoy saltando parte de la paja legislativa, que me conozco bastante) está resultando más interesante de lo que me esperaba. El informe es una especie de radiografía de los centros de menores con trastornos de conducta de España (aunque la terminología para denominar a este tipo de centros es confusa y cambia según la comunidad autónoma o incluso el centro).
Cuando sólo llevo jugado medio partido, una constatación: cada comunidad autónoma, y casi cada centro, se lo guisa y se lo come. Si algo falta es una unificación de criterios: de derivación de los menores, de normativa, de proyecto pedagógico, de recursos, etc. Eso, cuando los hay. Algo de lo que son responsables directas las administraciones central y autonómica. Obviamente, el resultado que se intuye, según el informe, es que unos centros funcionan bien en casi todos los sentidos (adecuación de las instalaciones, recursos, excelentes profesionales, buen trato a los menores) y otros son un desastre en algunos aspectos (centros que parecen cárceles, castigos aleatorios, malos tratos, falta de proyecto o de recursos, etc.). Situaciones que, en algunos casos, denuncian hasta los mismos directores o educadores de esos centros al Defensor del Pueblo. Espero que, a estas alturas, algunas de esas deficiencias no sorprendan a ningún educador social con algunos años en este oficio y que haya trabajado directa o indirectamente con los centros de menores, públicos o privados.

Pero no adelantemos acontecimientos. No quisiera parecer un periodista apresurado, cuando sólo soy un blogger con todo el tiempo del mundo. Es tiempo de leer y aún me quedan chorrocientas páginas. Hay que entrar en el informe con precisión y paciencia.
Lo siento Shirer, el Tercer Reich tendrá que esperar.
Continuará.....
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6 comentarios:

Anónimo dijo...

Quique, me gustaría leer el informe, está publicado?
yo estoy en una plataforma en Valencia de defensa del menor y nos manifestamos periódicamente contra los abusos en centros de menores. Hace mucho tiempo que tanto los propios educadores como los menores y familias vienen denunciando estos hechos.
Tengo amigos que han trabajado en un conocido centro de menores aquí en Valencia,y se lo han dejado , contando barbaridades.Creo que tu análisis es muy acertado. Habría que sumar las consecuencias de esa dejación institucional:Falta de profesionalidad, de planificación educativa, de evaluación, de competencias etc
Un saludo muy fuerte

Quique dijo...

Hola Violeta,
yo estoy leyendo de aquí:
http://www.elpais.com/elpaismedia/ultimahora/media/200902/04/sociedad/20090204elpepusoc_1_Pes_PDF.pdflo :

Espero que sea el informe real (no creo que nadie escriba una broma de 500 páginas).
Respecto al informe, lo que llevo leido refleja que hay centros que funcionan muy bien, con profesionales muy competentes, y otros no tanto (normativa, proyecto pedagógico, régimen interno, etc), o con muy pocos recursos ( infraestructuras, sueldos de los educadores, etc.). Creo que no deberiamos generalizar.
La mayoría de educadores sociales que trabajan en estos centros hacen una gran labor y supongo que son los primeros interesados en que se corrijan las deficiencias que puedan existir.
Espero que todo esto sirva para mejorar todo lo que no funcione (estructuras, condiciones laborales, proyectos, normativas, respeto a las leyes, etc)y unificar criterios. Eso mejorará, sin duda, el trabajo con los menores y sus familias.
Un saludo

Quique dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Quique dijo...

Hay algún problema con el enlace que te he puesto.
Yo lo bajé de este blog:

http://irsealava.org/blog/?p=535

Anónimo dijo...

Anda Quique, gracias, ya lo he descargado.

Claro, tienes razón, no se puede generalizar. Estoy segura que hay educadores y centros con una buena atención. También los conozco, comencé mi andadura profesional de la mano de educadores de centros de menores.

Pero la Administración llevaba mucho tiempo sin escuchar ni a profesionales ni a familias, por eso me alegro de la publicación de este informe. Me llama sorprende que el defensor del menor no se haya pronunciado antes(¿o es que lo hizo?)
anteriormente, cuando he escuchado hablar al mediático Javier Urra, me ha llamado la atención lo alarmista de su discurso referente a la ley del menor y a los menores infractores.
Aunque no sé qué será peor si esta actitud o el silencio actual.

Bueno, que un saludo

Seguimos pendientes de Factoría S. Es muy emocionante....!

Anónimo dijo...

De todos modos creo que deberíamos hacer los siguientes planteamiento con la seridad que este tema requiere, el trasfondo de todo esto y que no se ha medido desde quien filtra hasta el que comenta, es que no tratamos un tema sobre la deficiencia en la fabricación de tornillos y los que consienten estos errores, hablamos de menores y quien los cuidan. Alguien realmente puede poner en las manos de los equipos profesionales la máxima responsabilidad de estas supuestas negligencias. Olvidemosnos de los profesionales de los social víctimas que convienen para ocultar las responsabilidades máximas de otros que escurren responsabilidades. Estas personas son trabajadores a los que deben avalar autoridades máximas, Consejerías, Tecnicos, Fiscales, Defensores del Pueblo y de Menores, sé que con la política hemos topado, pero entre cacería y eventos algún minuto tendrán para tratar este desajuste. Solo espero que de todo esto resulte algo que apoye a estos trabajadores y defienda el bienestar de menores que sufren con sus patologías y que están a expensas de como les defendamos todos para reinventar sus vidas.