Alaska, 24 de enero de 2011,
Los próximos 3, 4 y 5 de mayo se celebra en Valencia el VI CONGRESO ESTATAL DE EDUCACIÓN SOCIAL. Un momento importante para los educadores de todo el país. El Congreso gravitará en torno a los cuatro ejes que enumeraré a continuación.
Para empezar a calentar motores, y porque creo que un Congreso es lo que se hace durante, pero también lo que ocurre antes y después, propongo debatir sobre esos tres ejes. Lo haré de una forma digamos que, ummm, poco ortodoxa.
Hace exactamente un año proponía en este blog las 10 ASIGNATURAS PENDIENTES DE LA EDUCACIÓN SOCIAL (parte uno y dos). Lo que he hecho es intentar encajar esas 10 propuestas en cada eje del Congreso. Reconozco que el resultado es desigual y que alguna de las propuestas encaja por los pelos en "sus" respectivos ejes, pero la idea no es desde luego agotar el debate. Se trata solo de un piscolabis para abrir boca y empezar a debatir.
Ya sé que está feo citarse a uno mismo. Pero bueno, en esta época de remezclas y procomunes supongo que se me perdonará que me robe las ideas.
Hace exactamente un año proponía en este blog las 10 ASIGNATURAS PENDIENTES DE LA EDUCACIÓN SOCIAL (parte uno y dos). Lo que he hecho es intentar encajar esas 10 propuestas en cada eje del Congreso. Reconozco que el resultado es desigual y que alguna de las propuestas encaja por los pelos en "sus" respectivos ejes, pero la idea no es desde luego agotar el debate. Se trata solo de un piscolabis para abrir boca y empezar a debatir.
Ya sé que está feo citarse a uno mismo. Pero bueno, en esta época de remezclas y procomunes supongo que se me perdonará que me robe las ideas.
He dejado las propuestas tal cual las escribí hace un año. Ahora cambiaría algunas cosas. También añadiría otras; como por ejemplo la necesidad de una visión más amplia de la educación social (que incluya cultura, comunicación, tecnología) o la utilización del método científico como filosofía de la intervención. En cuanto a las políticas públicas y su derribo, por derecha e izquierda (algunos lo llaman deconstrucción) tengo mucho que decir. Pero eso lo dejo para más adelante. O para el debate, si es que lo hay.
¡Abran fuego!
en azul los ejes propuestos por el Congreso/en negro mis 10 asignaturas pendientes
1 eje: Formación Inicial y Permanente para los educadores/as de un nuevo siglo.
Potenciar el diálogo entre la universidad y los profesionales. La universidad pare educadores sociales y los echa al mercado. Luego se olvida de ellos. No suele llamarlos para que le expliquen cómo va la cosa ahí fuera, cómo han enriquecido su formación, qué lagunas formativas han tenido, cómo mejorarían el plan de estudios, que cosas saben que la universidad no sabe, que tal eso de la experiencia. ¿Pa qué? si el saber lo administran ellos. Por eso la distancia entre lo que cuentan y lo que se encuentran los chavales en el campo de juego va aumentando considerablemente.
Llegó un momento, no me pregunten cuando, en que universidad y técnicos empezaron a mirarse por encima del hombro.
2 eje: Método y herramientas de investigación e intervención en Educación Social.
Incorporar las ciencias naturales. “Algún día la ciencia natural se incorporará a la ciencia del hombre, del mismo modo que la ciencia del hombre se incorporará a la ciencia natural. Habrá una sola ciencia.” Lo decía Karl Marx. Después dijo algo parecido el gran Carl Sagan, en Cosmos. Pero nosotros como si llueve. Algo pasa con nuestro secular desprecio a las ciencias naturales. Seguir manteniendo que la genética o la neurociencia, por ejemplo, no tienen nada que ver con la educación es seguir obstinados en una estupidez. Nos están dando pistas para entender al hombre y nosotros miramos para otro lado. Tampoco importa mucho, la naturaleza va a seguir su curso, con o sin educación social. Yo preferiría que lo hiciese con educación.
Es verdad que la ciencia es un poco indigesta y que nosotros somos de letras. Pero ya no hay excusas, existen excelentes blogs divulgativos, como este, que entiendo hasta yo.
Investigar y escribir. Muchos manuales sobre educación social están escritos por alguien que, en el mejor de los casos, trabajó de esto una vez, luego se dedicó a la gestión o le dieron una cátedra, lugares mejor situados para publicar, y escribió. Como ya casi no recordaba sus comienzos o sus comienzos estaban demasiado anticuados, tiró de vacas sagradas. Refritos. Prosa vacía e inaplicable. No los culpo. Desde siempre los educadores sociales se han dedicado a tirar por la basura del olvido infinidad de experiencias interesantes. Somos un poco vagos en registrar nuestro trabajo, así que lo que no escribimos nosotros siempre lo hace otro. Fruto de esto es la incapacidad demostrada para crear un lenguaje propio, un discurso profesional que no sea la jerga abominable que ocupan hoy muchos de nuestros informes.
Hay un montón de experiencias, técnicas, prácticas exitosas que podrían compartirse. Hay un libro sobre casuística de los educadores sociales que espera ser escrito. Hay equipos de educadores, trabajadores sociales, psicólogos y pedagogos en activo que si se juntasen y sistematizasen sus datos, más allá del caso concreto, crearían un material de un valor de uso incalculable.
3 eje: Experiencias de futuro. Nuevos campos y líneas de ruptura en la Educación Social.
Un discurso de época. Paulo Freire, para algunos padre de la educación social y todavía referente, tendría hoy un perfil en twitter y facebook. Y diría cosas distintas a las que decía en su tiempo.
Nos llenamos la boca de conceptos como agentes de cambio social o transformación pero somos una de las profesiones dedicadas a la educación a la que menos está influyendo la irrupción de las redes sociales y el web 2.0.
Personalmente es una opción. Profesionalmente un suicidio.
Mejorar el diálogo entre trabajadores y educadores sociales. Somos primos hermanos. Basta ya de tanta tontería. Tenemos que desterrar para siempre debates prehistóricos y sumar esfuerzos. No estaría mal comenzar por dejar atrás, para siempre, los discursos victimistas (ya saben: no nos escuchan, no nos hacen caso, las escuelas o los médicos siempre nos dicen lo que, etc) y empezar a construir un discurso profesional potente. No vamos tan sobrados como para ir desperdiciando energías y cerebros. Que no se escandalice nadie, no vamos a perder identidad por juntarnos con el vecino. Hablando se aprende la gente. Tenemos problemas comunes, empezando por el exceso del trabajo de gestión y la burocracia, y retos importantes para mejorar la atención a los ciudadanos. A ras de suelo ya se está haciendo, pero en altas instancias aún se pelean por un quítame allá esas prebendas en aquella ley.
Pongámonos a trabajar. Juntos.
Armonizar el campo profesional. Integradores sociales, animadores socioculturales, monitores, educadores sociales, trabajadores sociales, pedagogos, psicopegadogos. Es lo que pasa por no preguntar. Se ofertan títulos profesionales sin tener en cuenta si el mercado laboral los ha pedido antes y sin un diseño claro de lo que harán. Después la precariedad laboral, el intrusismo o el corporativismo serán, a lo sumo, material de estudio. ¡A ellos que los registren!. Suerte que hay muchos profesionales que a pesar de las dificultades están dispuestos a entenderse, aunque sea complicado y aunque les vaya el pan. O por eso mismo.
Los que han creado el galimatías deberían sumarse a desenredarlo.
Existir en los medios de comunicación. Estamos mucho mejor que hace años, es cierto. Cuando algo grave pasa y hay menores por medio, algún periodista nos pregunta. Está bien que así sea. Trabajamos con el conflicto, es natural que nos pregunten cuando explota. Pero, como conocedores del tema, tenemos algo que decir antes del humo. Sobre el conflicto y sobre muchos otros temas relacionados con la educación, la sociedad o la cultura.
¿Porqué la televisión o la prensa echa mano de psicólogos, pedagogos o maestros para opinar sobre temas que nos competen? No sé por su parte. Por la nuestra, quizás va siendo hora de ofrecer otra mejilla que la de apagafuegos.
4 eje: Políticas públicas en la Educación Social como derecho y construcción de la ciudadanía.
Responder a la pregunta ¿qué hace un educador?. No es que la respuesta no esté ya escrita. El problema es que cualquier definición que no se lleva a cabo se convierte en un listado de buenas intenciones. Los trabajadores sociales de este siglo, ahogados en una demanda asistencial y de gestión brutal, buscan recuperar como pueden el espacio de trabajo social perdido. Nosotros pudimos hacerlo, lo tuvimos en nuestra mano: un trabajo específico basado en la pedagogía. Pero, en lugar de eso, nos convertimos en los grandes derivadores del sistema. Hubo una época en que el educador, a sus ojos y al de los demás, se convirtió en un profesional subsidiario del psicólogo, del pedagogo, del médico o del maestro. Repartía trabajo, temeroso de quedarse el que verdaderamente le competía.
Es una obligación saber derivar y gestionar bien. Casi un arte. El problema no es ese. El problema es que entre la derivación y la gestión se nos vaya la educación.
PD: y para terminar, un deseo que, como me dijo una vez J.M. Alonso Varea, vendría a ser una recompensa:
PD: y para terminar, un deseo que, como me dijo una vez J.M. Alonso Varea, vendría a ser una recompensa:
Mejorar los sueldos de los educadores sociales. Es algo de lo que no se habla en las jornadas ni en los congresos. Queda mal. No porque no sea el lugar, ¡quita!, es por el tema: dinero y educación. Mmm, feo, no pega, con lo buenos que somos los educas, que trabajamos a precio de saldo vocacional, pse!. Pero es fundamental. Sí, es cierto, vivimos en una economía de mercado, pero es que yo defiendo que valemos mucho más. Está bien que la sociedad se rasgue las vestiduras cuando la atención a los menores no funciona adecuadamente, pero también está bien que sepa a cuanto va la hora de atención.
Trabajamos con material sensible, no debería ocuparse de ello ningún mileurista.
***
5 comentarios:
El debate esta servido, Sera. Lo inicio con el primer eje y con la ineludible necesidad formativa y creativa de los profesionales.
Como bien se remarca en algún punto de la obra Alaska 99 y al hilo del movimiento que se está gestando en Vizcaya sobre las políticas procedimentales en el ámbito social y la gestión institucional de las mismas: el educador social camina hacía una deriva burocrática preservadora del sistema, fiscalizando un hipotético control social necesario para la ciudadanía irresponsable del tiempo de vino y rosas.
Sin llegar a ser agorero y luchando desde nuestros pequeños foros o ámbitos profesionales, la creatividad y afán realizador del educador, está en mínimos históricos.
Un abrazo y seguiremos creyendo en una educación social como la soñamos: crítica, comunitaria, transformadora e integradora.
[PARTE 1]
Uf, muchos temas y muy complejos de un sólo plumazo, pero ahí vamos (la Educación Social es de los valientes, ¿no?)
1. Formación inicial y permanente - Potenciación del diálogo entre universidad y profesionales.
Fundamental. Sirva de introducción jugosa este pedazo de post de Educablog [http://www.educablog.es/2011/11/02/%C2%BFes-necesaria-la-universidad-para-la-educacion-social/] El ajuste entre formación inicial y realidad profesional es necesario en todos los sentidos, tiene que existir una colaboración y retroalimentación constante entre ambos para aprovechar el mayor aprendizaje de la praćtica y generar un discurso teórico adaptado y adaptable al quehacer diario. La investigación-acción no vale de nada sobre el papel, pero es muy potente en la práctica. Y aquí ya engancho con el siguiente eje:
2. Método y herramientas de investigación e intervención - Ciencias Naturales, investigar y escribir.
Pues claro que tenemos que meternos en materia en tema de ciencias naturales; de vuelta sobre el tema de la universidad, unas preguntitas para abrir boca... ¿no deberíamos empezar a solicitar en nuestra formación inicial estos temas? ¿se lo encomendamos a los departamentos de psicología evolutiva y psicología social? ¿por qué no integramos un poco de Medicina en nuestra formación? ¡Qué bien nos sentaría tener una introducción a la Fisiología...!
Con respecto al tema de la investigación y reflexión sobre la práctica profesional, insisto en el primer punto: yo no entiendo acción educativa sin reflexión sobre la misma, sin buena planificación y sobre todo sin rigurosa evaluación: el día en que nos acostumbremos a someter nuestras prácticas a examen por parte de la comunidad de educadores seremos mucho más capaces de crecer profesionalmente y de abrir nuevos ámbitos de intervención. Si seguimos metiéndonos en rutinas y aplicación de soluciones estándar estamos condenados a convertirnos en un mero instrumento de reproducción social (y espero que nuestro horizonte profesional no esté ahí)
3. Experiencias de futuro - discurso, campo profesional, comunicación
Fíjate que en el tema de cómo nos estamos apropiando de las potencialidades de las TIC difiero mucho de tu perspectiva: desde mi punto de vista, nos estamos moviendo mucho en este sentido y estamos consiguiendo llevar a cabo proyectos de integración de TICs en el ámbito comunitario, en experiencias de integración, en formación no reglada, en comunicación desde el tercer sector... ¿que nos queda mucho por hacer? Desde luego, pero eso es común a todos, por suerte en este mundo aún está todo por hacer y yo creo que nos estamos metiendo hasta los muslos. Y que nos vamos a ganar un espacio profesional muy valioso en este sentido. Porque al final, nuestra profesión se trata también de imaginación educativa, y las TIC nos están ayudando mucho a inventar y reinventar la sociedad y la educación (oh, cielos, nuestros dos ámbitos fundamentales)
Con respecto a la colaboración y complementariedad con los demás profesionales que trabajan en nuestro campo profesional, sobre todo con los trabajadores sociales, creo que difícilmente podremos reivindicar la necesidad de un sistema de bienestar y protección social de calidad si no estamos unidos y no actuamos coordinadamente. Definir ámbitos y perfiles, sí; pelearnos por migajas, no; aquí todos somos necesarios, sobre todo teniendo en cuenta el desmantelamiento que estamos sufriendo. No se trata de quién se queda más tiempo en el barco, sino de mantenerlo a flote entre todos.
[PARTE 2]
4. Políticas públicas: la Educación Social como derecho y construcción de la ciudadanía.
En relación con lo anterior, no podemos olvidar en ningún momento la reivindicación de nuestra profesión como quehacer político, como acción comprometida con una sociedad basada en la igualdad y en la participación social. Si perdemos esta implicación entre papeleo y desbordamiento, perderemos nuestra esencia y acabaremos siendo una profesión-parche de una estructura social profundamente injusta.
Y la propina: mejorar los sueldos.
En mi opinión, es fundamental: si defendemos a nuestros usuarios como sujetos de primera la remuneración profesional y la dotación de recursos también tiene que serlo. Precisamente porque le damos mucha importancia a las personas y comunidades en las que trabajamos tenemos que reivindicar su dignificación y eso, en esta sociedad, pasa por la economía. El hecho de que nuestras partidas dependan de los restos de los demás es sólo una traducción cómo nuestros usuarios y nosotros mismos somos valorados por la sociedad.
A por los desafíos vamos, de cabeza.
Hola Asier y Amais Choupiza. Ahora no tengo tiempo de contestaros, vuestras aportaciones se merecen una buena lectura (y solo he podido hacer una rápida. Aunque me parecen cosas valiosísimas las que decís)
Un abrazo
Sera
3 eje: Experiencias de futuro. Nuevos campos y líneas de ruptura en la Educación Social.
Creo fundamental que Educación Social y 2.0 (incluso, 3.0) vayan de la mano... Veo más que necesario crear una imagen de Educación Social en Internet en general, utilizarlo realmente como un espacio de conexión entre profesionales y entre profesionales y usuari@s...
Considero que debería existir una formación básica en este campo y que realmente se convierta en una herramienta útil para nosotr@s y para nuestra profesión (espero que futura en mi caso... :P)
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