viernes, 16 de enero de 2009

ha asomado la cabeza y me ha dicho que si podía atenderla, a ella, no a su cabeza, bueno, a su cabeza también,

y no he sabido decirle que no, aunque no tiene hora, pero es urgente, me dice, son sólo cinco minutos, pero yo sé que nunca son sólo cinco minutos, pero, pasa, le digo, y, efectivamente, no son sólo cinco minutos, porque viene a decirme que su ex, así le llama, no le ha pagado la pensión de alimentos, y yo le digo que si ha denunciado a su ex, así le llamo, mientras que pasa media hora, como me temía, con Pedro esperando fuera, que tiene a su mujer muy enferma, y cuando entra le doy ánimos, a Pedro digo, pero también le digo que entregue la documentación a su hora, que si no luego pierde todas las becas, asiente, mientras la entrevista se alarga más de lo previsto, mi fallo de siempre, que se me va el santo al cielo y casi nunca consigo hacerlo en media hora, ni lo conseguiré, porque me cuesta cortar a la gente cuando la gente necesita hablar, que no sé cómo lo hacen los médicos con sus diez minutos, así que cuando, una hora después, los Ramírez entran en mi despacho y veo a la gente que hay esperando fuera, Quique, ¿me puedes mirar esto?, me dice uno aprovechando que saco la cabeza, como si fuera yo la enfermera cuando sale y la gente se abalanza con las recetas en la mano, ahora no puedo atenderte, le digo, cuando entran los Ramírez, decía, sé que me voy a quedar otra vez sin bocadillo y sin respiro, y hago pasar a los Ramírez, una entrevista que quiero que me salga bien, con un padre con la mano muy larga con su hijo, y ella llorando, aunque a mí, todavía con energía, me sale una entrevista redonda, o eso creo, que habrá cambios vaya, y luego entra la señora Leonor, que es una abuela, de esas que sufren por su hijas, y por su nietas, y no puedo dejar que se hunda Leonor, que menos mal que existe, ni tampoco me puedo ir al bar cuando hay tanta gente esperando, para que luego digan de los funcionarios que nos tocamos la pera, aunque yo no lo soy, funcionario digo, y si lo fuera tampoco cambiaría nada, y vaya pensamiento imbécil que acabo de tener, pero comienzo a notarme cansado y me doy un respiro mientras Leonor habla, un respiro como los del Tour aprovechando un falso llano en el Tourmalet, entonces Paqui, la administrativa,que es un sol, me dice Quique, vaya día, ¿no? ¿te traigo algo?, pero es que llega un momento que se pierde la gana, excitado como esta uno, y no, gracias Paqui, bueno sí, gracias Paqui, un café con leche por favor, algo en el cuerpo para enfrentarme a Luís, que entra después de Leonor, y me deja las factura del material de su niño sobre la mesa, mal acostumbrado como está, que me la paguéis, con un par, y yo sé que se va a tomar mal mi negativa, que no, que no puede ser, que sabemos que está cobrando trescientos euros más que antes y no puede ser que le paguemos todo señor Luís, y se va enfadado, pues que se vaya, y entra Raúl, de dieciséis años, que siempre me falla, pero hoy no, joder pues hoy lo necesitaba, que fallaras digo, hola Raúl, ¿como te va?, y hablamos del trabajo, y me noto los ojos como rojos, la voz como que se me va perdiendo, pero entonces, después de Raúl, Cristina, de catorce, que no soporta a los profes, ni a sus padres, ni a nadie, catorce años, y le hace bien hablar conmigo, así me dice, me hace bien hablar contigo, y a mi me gusta trabajar con ella, pero también me gustaría estar más fresco y dedicarle un cien por cien de Quique y no un cuarenta por ciento, que es lo que me queda a las dos menos cuarto, cuando pican a la puerta, y es Paqui, que es urgente, de la escuela, perdona Cristina, y hablo por teléfono, y me sorprendo de estar tan lúcido a esta hora en la que ya mezclo nombres y genogramas, y es una lástima que todo este trabajo sea invisible, que trabajar cansa ya lo sabía, pero me siento bien, una satisfacción un poco masoquista porque me duele todo, o no, simplemente que atender bien a la gente es un placer, por eso me gusta este trabajo, pero llegan las tres, y todo acaba, y me queda una montaña de anotaciones de papel a los que darle orden, gestiones, aunque ya estoy tan muerto que los meto en una carpeta con el título de urgente, para no olvidarme el lunes de echarle un vistazo, a primera hora, cuando
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Pintura: Kenton Nelson, que es

13 comentarios:

..."""silvanna"""... dijo...

jajajajaja Cada trabajo tiene sus cosas... no te creas, la gente no solo es así cuando acude a tí... si vieras los centros de salud... Qué huevos tienen algunos!

Saludos!

BLQ dijo...

te encuentres con una decena de entrevistas???

sabes quique algún día también te tendrías que ocupar de lo mío... ;-)

es broma

que tengas un buen finde

saludos

Anónimo dijo...

Pero Quique, hombre!! no tienes que asomar ni la patita por debajo de la puerta!! digo en esos momentos del 40%....ya en el 20%, mejor te escondes debajo de la mesa buscando algo, lo que sea!...y ya puestos, en el 10% te tiras de bruces al suelo y alegas que acabas de sufrir una lipotimia de esas.
Y ahora en serio, o medio en serio, que tampoco es plan lo de ponernos dramáticos. Cada vez que paso por aquí y por los espacios que estoy descubriendo, me siento más acompañada en mi trabajo.
Ehhh! que no estoy hablando de "mal de muchos, consuelo de tontos". Estoy hablando de que esto es lo que hay...en Alaska, en Barna, en el Foro y en Triana!!

Un saludo! o más!

Gemma dijo...

Yo también me alegro de que existan Quique y Leonor... Si un día me acerco por Alaska, prometo presentarme a primera hora... o, al menos, con un bocata para compartir.

Un abrazo

CASIOPEA dijo...

yo llevo una semana como tu, mirame esto, hazme lo otro, no me he echo el pasaporte, ahora ya no lo quiero.... y mil cosas más, pero me encanta mi trabajo y cuando doy por finalizado un expediente una sonrisa de trabajo bien echo se pinta en mi cara.
Te doy la enhorabuena por estar agusto con lo que haces, por disfrutar hasta la extenuacion por haber elegido bien tu profesion y por sentirte bien haciendo lo que haces que la gran mayoria de la gente esta amargada simplemente por no hacer lo que les gusta.

Porque AlasKa me pilla un poco a trasmano que si no iba ha hacerte una visita....

Anónimo dijo...

ay quique,me reconozco tanto en tus historias..y la pegunta de siempre: ¿para cuando una unidad de urgencias en servicios sociales?

Anónimo dijo...

ay madre que vida más ajetreada. Nada, paciencia y algún que otro respiro.

Samilia dijo...

Jajaja! Eres tremendo reflejando el estrés de los servicios sociales!Y cuando tienes que cerrar esto y lo otro y además salir de visita y tu jefe roñiqueando y tus compis acatarrados............AHHHHHH!Colapso de viernes a última hora.

Unha aperta e ánimo.

Quique dijo...

Sí Silvana, supongo que en todos los sitios cuecen habas
Eloi, vale, pero pide hora...jajja
Abril, ya tiene razón, ya, si el problema es mio que no se decir que no.
Jueves, sí es con bocata vale, aunque no tengas hora. jajaj
Casiopea, pues sí. Con la crisis, yo noto el aumento de entrevistas.
raquel: esto de las urgencias da para un buen debate.
aaa: bueno, ya sabes, no siempre es así, que si no no habría quien
lo aguantara.
Samilia: sí, y menos mal que es viernes, que uno aguanta el colapso con vista puesta en el fin de semana.

Alfredo Oliva dijo...

Quique, me gustó mucho este post, y también los cuadros de Kenton Nelson, que me dieron pie a esta entrada:
http://significativos.blogspot.com/2009/01/ante-unos-cuadros-de-kenton-nelson.html

Un saludo

Quique dijo...

Hola Alfredo,
ma ha gustado tu "vena" poética.

Anónimo dijo...

jajajaja, xq no aprovexas con algun pequeñajo, el crio de 16, o la cria de 14, te lo llevas en su media hora de turno, a dar un paseo le invitas aun bocata, te tomas otro, cambias de contexto, alomejor le viene hasta bien al chaval o chavala, cambiar del despaxo a la vida, tu tb te tomas el bocata con una coca cola, pa coger fuerza, eso sí... siento decirte que la idea te saldría más cara xq le tienes q invitar... pero? merece la penas, jajaja, sino quique puedes ponerte un número de cuenta y hacemos una campaña... enfin... saludos desde otro alaska!!!!

Quique dijo...

HOla Koki, muy buena idea.
Aunque eso de mezclar el trabajo con el descanso y además pagando yo...no sé, no sé jjaja
Respecto al despacho y la vida, umm, después de haber hecho entrevistas con jóvenes en los sitios más inverosímiles sigo pensando que no hay nada como un despacho para hablar con ellos con tranquilidad ( y creo que ellos piensan lo mismo).
Un saludo.