lunes, 2 de marzo de 2009

¿QUIÉN QUIERE SER ANÓNIMO?

No me jodas Pepe,
que me ha dicho Yolanda, 19 años, en una entrevista, que su máxima ilusión sería entrar en Gran Hermano.

Desde Orwell, y su novela 1984, hasta Foucault, en Vigilar y Castigar , se nos había alertado del peligro de una sociedad totalitaria, cuya máxima expresión es el control visual de todo lo que hacen sus ciudadanos. Un panóptico en el que nada escapa a la mirada del vigilante.
Ese futuro ya está aquí. Ya es. Pero con lo que no contaban ni Orwell ni Foucault, era que los ciudadanos del siglo XXI se apuntarían tan alegremente a la fiesta. Es el ciudadano el que lucha a muerte para captar la atención del Gran Ojo, y no al contrario: El Diario de Patricia, facebook, blogs , webcam, chats Fama, fotolog, Gran Hermano, myspace. Fotos, retazos de vidas privadas, autobiografías, peleas, amistades, sentimientos, lágrimas, todo se cuelga en Internet o se escupe en la televisión. Una lucha sin cuartel del hombre moderno por escapar del anonimato.
Los instrumentos de puro control, como las cámaras de vigilancia que inundan las ciudades, también han demostrado su cara más amable, pues si bien es verdad que graban todos nuestros movimientos, es indiscutible que nos ayudan a resolver crímenes o a protegernos de ellos.
Reconozco mi estupefacción. Soy de esta época, pero también soy de aquella en la que la privacidad parecía un valor. Internet ha convertido a los ochenta en la Prehistoria y se me hace difícil valorar la época actual con los instrumentos conceptuales de la otra.
Quizás para el hombre del siglo XXI no supone ningún problema el que todo el mundo comparta todo. La exposición de la propia imagen como valor. El presente como único tiempo posible (¿no future?). Es posible que hasta el concepto de amistad esté cambiando, o que la defensa de la intimidad pase a mejor vida, como antes pasaron la castidad o el honor. Quizás el pudor no haya sido más que una inmensa tontería.
Aunque a lo mejor es cierto lo que dice Gabriel García Márquez, eso de que los hombres tenemos tres vidas: una pública, una privada y una secreta. Y que, a pesar de las apariencias, seguimos resguardando a la tercera de la mirada de los Otros.
Manda carallo.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Aún asi y todo, querido Quique; la instalación de videocamaras de vigilancia en recintos abiertos o calles , sigue teniendo muy mala prensa. ¿Quien vigila/controla a quien nos vigila?

Mientras lo discutimos, como bien dices, saltamos del anonimato en busca del minuto de gloria, y nos apuntamos a la fiesta del Gran Ojo (permiteme que añada Youtube, como el nuevo gran hermano)

Un saludo

Anónimo dijo...

Muy buena entrada. Yo también estoy en facebook y me da miedo todo lo que cuelga la gente sin pensar

Soy ES. Feliciades por tu blog

Marta

Quique dijo...

Coño Asier!, youtube, pues claro, jjaja
Saludos Marta

Quique dijo...

Coño Asier!, youtube, pues claro, jjaja
Saludos Marta